RASCAFRÍA

30.11.16

Ruta-Rascafria-Monasterio-del-Paular-Cascada-Purgatorio

Rascafría, rutas por Rascafría y Monasterio de el Paular
Si de algo se da cuenta el visitante es de que la sierra de Madrid enmarca orgullosa lugares colmados de elegancia donde la perfección de los edificios graníticos se alía con el entorno natural creando emplazamientos únicos. 


RASCAFRÍA, RUTAS Y MONASTERIO DE EL PAULAR


Un año más, coincidiendo con unos días de vacaciones que siempre trato de cuadrar en esta época, organizamos una excursión familiar para empaparnos de otoño, llenar nuestros pulmones de olor a campo y ensimismar nuestra mirada con el agraciado lugar del que hoy os voy a hablar.

En esta ocasión visitamos el pueblo de RASCAFRÍA ubicado en el valle del Lozoya, al noroeste de la Comunidad de Madrid. De nuevo, la sierra de Madrid me sorprende con un emplazamiento muy singular donde la naturaleza, la historia, la sencillez y lo fastuoso se funden creando un paisaje soberbio.


Aparcamiento-Monasterio-de-el-Paular


La mañana amaneció fría, más fría de lo que esperábamos, aunque despejada. Para entonar el cuerpo decidimos comenzar tomándonos un café caliente en el pueblo antes de ponernos a caminar. Nuestro plan era el siguiente: realizar una ruta, parar para comer y después, a las 17h, hacer una de las visitas guiadas al Monasterio de Santa María de El Paular.


EL PUENTE DEL PERDÓN Y EL BOSQUE FINLANDÉS


Después de desayunar, dejamos el coche en el aparcamiento que hay en el Monasterio ya que la ruta comienza justo delante de él. Para ello, primero hay que cruzar el Puente del Perdón. Un puente cargado de historia y que con sus tres arcos permite el paso al río Lozoya.


Vista-monasterio-de-el-Paular-Centro-de-visitantes
Puente-del-perdon
Rio-Lozoya
Monasterio-del-Paular-desde-puente


Una vez atravesado el puente, encontramos a la izquierda una verja que llevaba al BOSQUE FINLANDÉS donde nos recibió una senda alfombrada de otoño y custodiada por una hilera de chopos centenarios. Sin duda, este bosque salpicado por abetos, enebros, robles y majuelos te traslada por unos momentos a un escenario más bien nórdico. El lugar es idílico.


Entrada-al-bosque-finlandés
Riachuelo-bosque-finlandés
bPaseo-bosque-finlandés
Bosque-finlandés-bayas-de-majuelo
Bosque-finlandes
Bosque-finlandes


Aunque ya andábamos un poco desperdigados coleccionando imágenes y descubriendo rincones, volvimos a retomar la marcha. A través de un sendero que giraba a la izquierda, nos adentramos en el bosque y llegamos a una caseta cerrada, una antigua sauna, que con cierta añoranza miraba hacia un pequeño lago y su embarcadero.


Sauna-bosque-finlandés
Sauna-bosque-finlandés
Embarcadero-bosque-finlandes
Vista-desde-embarcadero-bosque-finlandes


El lugar es tan bonito que posiblemente nos habríamos quedado allí a ver pasar cada una de las estaciones, pero aún quedaba mucho camino por delante.

Volvimos a la senda y, después de andar unos cuantos metros más, retrocedimos para volver a la entrada y seguir el camino que va hacia las Presillas. Por lo visto, la verja que da acceso al Bosque Finlandés no está siempre abierta, pero si seguís recto, encontraréis a la izquierda un nuevo desvío que lleva a un albergue y desde allí podréis acceder.


LAS PRESILLAS DE RASCAFRÍA

Continuamos el camino hacia las Presillas de Rascafría. Aunque se puede llegar a ellas por el camino asfaltado que parte desde el Puente del Perdón nosotros nos adentramos en un robledal y seguimos por una senda paralela a la calzada principal hasta llegar a una zona recreativa provista de aparcamiento, baños públicos y praderas verdes. Todo bastante bien organizado para disfrutar en verano de las piscinas naturales que forman los pequeños diques que retienen las aguas del Lozoya.


Camino-hacia-las-presillas
Robledal-hacia-las-presillas
Pradera-zona-recreativa-las-presillas-Rascafria


Desde una de las presillas pudimos disfrutar de un paisaje con vista a una generosa Sierra de Guadarrama que retenía unas nubes densas que, sin duda, nos declaraban frío y nieve, y de las aguas  más que vivas de aquel río que se abrían paso entre las piedras.


Las-presillas-Rascafría
Las-presillas-Rascafría
Las-presillas-Rascafría
Las-presillas-Rascafría
Merendero-las-presillas-Rascafria
Las-presillas-Rascafria



SENDA DE LA CASCADA DEL PURGATORIO

De nuevo el lugar nos invitó a explorar y pasar tiempo en él, pero continuamos nuestra ruta. Aún nos quedaba mucho por ver.

Rio-Lozoya-Rascafria


Un paso canadiense marcó el inicio de esta nueva etapa. Y, a pesar del riesgo y de los recelos que aumentan con la edad, no dudé en atravesarlo en homenaje a un lugar que recuerdo con mucho cariño y una época en la que atravesar uno de estos pasos, en bici o a pie y salir vivo, era toda una aventura.


Paso-candiense-Rascafría


Esta senda que lleva hacia la Cascada del Purgatorio transcurre a través de un magnífico y madrileño robledal. Por el camino nos fuimos encontrando con arroyuelos, con florecillas de azafrán serrano que con su luminoso malva irrumpían dándole un giro a la gama otoñal. El ganado, forma parte también de este paisaje y da gusto verlos tranquilos disfrutando de lo único que tienen: vida.


Arroyo
Azafrán-serrano
Ganado-Rascafría


Algo más adelantado el camino llegamos a una zona más alta desde donde nos esperaba una panorámica en la que las copas de los robles quedaban a la altura de un arbusto mostrándonos la sierra aún enganchada a las nubes y a sus pies el pueblo de Rascafría.


Ruta-cascadas-del-purgatorio-Rascafria
Ruta-cascadas-del-purgatorio-Rascafria


Continuamos la senda pero fueron tantas las paradas a lo largo del camino para poder disfrutar de cada lugar, para sacar fotos, para escudriñar lo cercano y lo lejano, que el tiempo se nos echó encima y decidimos avanzar un poco más, hacer una parada para comer y regresar al Monasterio para llegar a tiempo a la visita guiada. Esta vez no llegaríamos a la Cascada del Purgatorio, pero disfrutamos tanto y se nos quedaron tantas ganas de volver que lo dejamos pendiente para la siguiente visita.

No obstante, antes de desandar el camino, nos quedaba una última sorpresa visual a los que no conocíamos este lugar: paramos a comer junto a un puentecillo que atraviesa el Arroyo del Aguilón donde disfrutamos, además de un más que ganado almuerzo, de un rinconcito precioso.


Ruta-cascadas-del-purgatorio-Rascafria
Ruta-cascadas-del-purgatorio-Rascafria
Ruta-cascadas-del-purgatorio-Rascafria
Puente-sobre-arroyo-del-Aguilon
Arroyo-del-aguilon
Arroyo-del-aguilon
Arroyo-del-aguilon



MONASTERIO DE EL PAULAR

El frío, liberado ya por un sol que empezaba a quedar oculto por las nubes, cada vez se dejaba notar más. Nos abrigamos bien y comenzamos a desandar nuestros pasos para regresar al Monasterio.


Cabaña
Paseo-hacia-monasterio-de-el-Paular
Paseo-hacia-monasterio-de-el-Paular


Una vez en el Monasterio, cubierto por los nubarrones ya desbordados por las montañas, recogimos nuestras entradas y esperamos a que el guía nos recogiera. La visita no es muy larga porque el Monasterio es pequeño, aunque una exposición de pinturas de Vicente Carducho os distraerá un poco más. Las explicaciones del guía que nos tocó fueron muy breves por lo que os recomiendo que si os interesa la historia del Monasterio os empapéis antes (o después) de ir.

Monasterio-de-el-Paular-desde-puente-del-Perdon


Pero os puedo decir que la visita al Monasterio es espectacular. No pondré ninguna foto porque prefiero que os sorprendáis cuando vayáis a verlo. A mi me fascinó aunque eché de menos una mejor y más rica información.


Monasterio-de-Santa-María-de-el-Paular


RASCAFRÍA

Después de la visita, deslumbrados por alguna que otra estancia del Monasterio y con el frío metido bien adentro, decidimos, antes de regresar a casa, hacer una parada en Rascafría y buscar un sitio donde tomar un buen chocolate caliente que nos reconfortara el cuerpo y ¡¡hay que ver qué rico y qué bien nos sentó!!

Y así, después de un día muy completo en familia, anocheciendo y con el limpia parabrisas retirando el agua-nieve que empezaba a caer, regresamos a casa.

Rascafría y su entorno, sin duda alguna es uno de los lugares más bonitos de Madrid. Un lugar que invita a venir en cada una de sus estaciones porque merece la pena verlo lleno de vida, de agua, con luz o con sombras, radiante de color o nevado...


Feliz semana.


BIZCOCHO DE ZANAHORIA

10.11.16

Bizcocho-de-zanahoria-esponjoso

Receta fácil de bizcocho de zanahoria esponjoso. 
Hoy comparto con vosotros una receta de BIZCOCHO DE ZANAHORIA que nos ha encantado porque sale muy esponjoso y húmedo. De hecho, en las últimas semanas, hemos preparado varios para compartirlos con compañeros de trabajo y con la familia y ha gustado muchísimo.

Para aquellos que no os atreváis mucho con la repostería, como siempre intento, he elaborado un sencillo "paso a paso" para que probéis a hacerlo y vais a ver qué bien sale. Al final de la propia receta os dejo varios consejos que os van a ayudar a la hora de realizar cualquier bizcocho, y también cómo preparar un frosting o crema de queso que, además de decorar, combina muy bien con el sabor de este bizcocho especiado.

Su color, su saborcito a canela y su esponjosidad hará que vuestras meriendas sean deliciosas. ¡Empezamos con la receta! ;)


UTENSILIOS:

-Mejor si tenéis una batidora con varillas de amasar.
-Molde.

INGREDIENTES:

-4 zanahorias grandes
-4 huevos (mejor a temperatura ambiente)
-2 vasos de harina (300gr aprox. He usado una especial para bizcochos que ya lleva la levadura) 
-1 sobre de levadura (si usas harina normal)
-2 vasos de azúcar (si no os gusta muy dulce 1 vaso y medio: 300gr aprox)
-1 vaso de aceite de oliva suave o girasol (200gr)
-1 pizca de sal (Opcional. La sal potencia el sabor)
-Canela molida
-Mantequilla y un poco más de harina para el molde.
-Azúcar glas para decorar.


Ingredientes-bizcocho-de-zanahoria


1. Cocemos las zanahorias (peladas y cortadas) en un cazo con agua. Cuando estén blandas escúrrelas con la ayuda de un colador y luego bate o machaca bien. Reservamos el puré resultante.

Cocemos-zanahoria-y-batimos


2. Precalentamos el horno a unos 180º. Calor arriba y abajo.


3. En un cuenco ponemos los 4 huevos y batimos bien.


Batimos-huevos


4. A continuación añadimos el aceite y volvemos a batir unos minutos para que se mezcle bien con el huevo. El éxito está en mezclar muy bien los ingredientes.


Agregamos-aceite


5. Después añadimos la crema de la zanahoria y seguimos batiendo.


Agregamos-puré-de-zanahoria


6. Cuando la zanahoria esté bien mezclada, incorporamos el azúcar, la pizca de sal y la canela molida (al gusto: una cucharadita o dos según lo que te guste la canela) y batimos bien durante unos minutos.


Añadimos-azúcar


7. Ahora, con la ayuda de un colador para tamizarla, añadimos poco a poco la harina. Si has usado harina normal (no especial para bizcochos que ya trae incorporada la levadura), mézclala primero con la levadura.


Añadimos-harina


8. "Enmantequilla" muy bien el molde y, cuando las paredes hayan quedado bien cubiertas, echa un poco de harina y ve moviendo y dándole golpecitos al molde con la mano para que la harina lo cubra bien. Así evitaremos que se pegue el bizcocho.


Enmantequillamos-y-enharinamos-molde


9. A continuación vertemos la masa distribuyéndola bien por todo el molde y lo introducimos en el horno a media altura durante unos 45min. Al principio calor arriba y abajo (sin ventilador). Yo a los pocos minutos lo paso a calor solo por abajo. Así es como suelo hacer los bizcochos y salen muy bien. No obstante, también lo he hecho con calor arriba y abajo y ha salido bien.


Vertemos-masa-en-el-molde


10. Una vez pasado el tiempo puedes abrir el horno, pinchar un cuchillo y si sale limpio el bizcocho estará hecho. Si el cuchillo sale manchado de masa, déjalo unos minutos más. Después sácalo del horno, déjalo enfriar y, si quieres, adorna con un poco de azúcar glas, coco rallado o un frosting de queso (receta más abajo).


Bizcocho-de-zanahoria-esponjoso


MAS COSILLAS:

-El vaso que he utilizado para medir las cantidades es como el que aparece en la foto con el aceite. Es de unos 250ml.

-A este bizcocho, además de la canela, también se le puede añadir otras especias como nuez moscada y jengibre si te gustan los bizcochos especiados.

-Podéis cubrir y decorar, por ejemplo, con un frosting de queso que le va muy bien a este tipo de bizcochos. (250gr de mantequilla en pomada, 250gr de azúcar glass y 250gr de queso crema tipo Philadelphia frío. Batimos la mantequilla hasta que quede cremosa, añadimos el azúcar y batimos unos minutos y, por último, incorporamos el queso crema recién sacado de la nevera y seguimos batiendo a velocidad baja. Y ya tenemos el frosting preparado).

-No se puede abrir el horno hasta que pasen por lo menos los primeros 30 minutos o bien 2/3 del tiempo establecido.

-Hay diferencias de unos hornos a otros por lo que, si el bizcocho sale demasiado alto por el centro, quiere decir que el horno estaba a una temperatura muy alta. En este caso, puedes desmoldar el bizcocho al revés, apoyándolo sobre el "montículo" para que se aplane al enfriar, o bien, se puede cortar el copete con un cuchillo y luego cubrir el bizcocho con un frostin, chocolate, etc.

-Si el bizcocho sale hundido por el centro, es porque estaba a una temperatura baja. Poco a poco, regulando la temperatura del horno te irán saliendo mejor. Si no te sale el bizcocho bien a la primera, no te desanimes a todos nos ha pasado ;)

-La zanahoria le aporta mucha jugosidad y humedad a este bizcocho y verás que aguanta varios días en perfecto estado. Lo ideal es que lo conserves tapándolo con un film transparente.

-Encontraréis más recetas de bizcochos pinchando AQUÍ.



¿SABÍAS QUE...?

Las zanahorias ayudaron a ganar la II Guerra Mundial. Durante la Segunda Guerra Mundial el piloto británico John Cunningham se hizo famoso por su especial habilidad para derribar aviones enemigos en las batallas aéreas nocturnas, recibiendo así el apodo de "Cat Eyes" ("Ojos de gato"). La explicación oficial que se dio es que aquella visión nocturna la había conseguido realizando una dieta especial de zanahorias durante varios años. Aquello fue una revolución y la gente empezó a plantar zanahorias en sus jardines y los niños se las comían sin rechistar... Pero todo ésto enmascaraba una realidad bien distinta... Los científicos británicos habían desarrollado en secreto un sofisticado sistema de radar que instalaron por primera vez en los aviones y que guiaba a los cazas nocturnos hasta los bombarderos alemanes. La explicación de las zanahorias solo fue una manera de mantener en secreto aquel avance. El engaño de las zanahorias, además, ayudó a que aumentara el consumo de hortalizas en aquellos momentos en los que el racionamiento de alimentos era muy complicado. (Info: Naukas.com)




Feliz semana ;)

Otro día perfecto también en:



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...